A esos poetas arteros
que asesinan las palabras
con versos vacíos
de-cadencia.
A los que solo les rima la rabia
de las conciencias deshechas,
vomitando mundos extenuados,
ajenos, lejanos e irreales.
Asesinos, criminales a sueldo
de la realidad aumentada,
absurdos profanadores de almas,
villanos de los sentimientos.
A ellos les digo:
un corazón puede morir
por el susurro de un caricia
o la ausencia de un espasmo concluyente,
nunca por la pluma de un farsante.
Fotografía google.
1 comentario:
Pobres de aquellos que no miman la palabra para hacerla poesía ...
Y.G
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